Algunos estudios apuntan a que nuestros antepasados comenzaron a reutilizar materiales como el sílex o las pieles de animales.
Otras investigaciones sugieren que los habitantes de la ciudad romana de Pompeya, destruida por el volcán Vesubio el año 79 d. C., podrían también haber aprovechado materiales. Arqueólogos que trabajan en la excavación apuntaron que los ciudadanos de la urbe podrían haber acumulado los residuos fuera de las murallas de la ciudad para poder recuperarlos más adelante para otros proyectos.
Hasta mediados del siglo XX, las personas normalmente reciclaban o reutilizaban materiales para aprovechar los que ya tenían, que a veces era difíciles de conseguir.
En la Edad Media se reciclaron igualmente materiales como el metal, la cerámica y la tela, e incluso se utilizaron piedras de antiguas civilizaciones para crear otros edificios.
Fue entonces cuando el movimiento ecologista empezó a ganar fuerza. En el año 1970 se empezó a celebrar el Día de la Tierra. El diseñador Gary Anderson creó el símbolo universal del reciclaje, inspirado en una banda de Möbius que, con su forma de ciclo sin fin, representa la recogida de residuos, el procesado de estos y su vuelta al mercado para volver a ser utilizados.